¿Problema? No veo ningún problema...
“El diálogo y la negociación” que planteaba el nacionalismo frente a ETA era su forma de negar y deslegitimar el imperio de la ley. Mientras escribo, de repente me doy cuenta de que los debates y argumentos de los nacionalistas de hace más de veinte años se están duplicando, como en un espejo, en el Procés de Cataluña: la negación de la legalidad, la solicitud de negociación sin ceder en nada, “la culpa no la tenemos nosotros, la tienen ellos porque no quieren negociar”.